Si aún no has comido un Poke, es muy probable que ya lo hayas escuchado o encontrado algún menú como “Poke bowl”; un platillo que se ha convertido rápidamente en una de las principales tendencias gastronómicas sobre todo entre los jóvenes.
En muy pocos años dejaron de ser desconocidos para el público para convertirse en estrellas de Ias redes sociales y en uno de los platillos más buscados en las plataformas de entrega a domicilio.
El Poke es una ensalada servida como aperitivo o plato principal en la cocina hawaiana; según algunos es una evolución de la comida oriental como el sushi, pero más fácil de comer.
Poke significa “cortar” en hawaiano y se refiera a trozos de pescado crudo marinado que se coloca sobre arroz y se complementa con salsas y verduras.
En resumen, se trata de una ensalada que para algunos es una alternativa sana de comida rápida servida en un tazón o bowls.
Quizás algunos saben que el Poke es un plato típico de Hawái, pero pocos saben que fue «inventado» por los pescadores, quienes condimentarían los cortes de su captura diaria mientras se sentaban en sus botes y se los comían.
Un Poke clásico tiene una base de arroz de jazmín, pero también lo encuentras integral o con quinoa. Algunos restaurantes, ofrecen versiones veganas con fideos de calabacín o ensalada de algas.
Cada persona puede escoger entre una base, una proteína, en la adaptación mexicana hay versiones con salmón, pollo, camarón, atún y pulpo, entre otros.
Los tazones o “bowls” vienen con una serie de acompañantes que se personalizan al gusto como: cebollín, aguacate, cebolla frita, mango, edamame, zanahoria, pepinillo, chicharos y jícama, para crear combinaciones casi infinitas.
No puede faltar un topping y una salsa, las más comunes, hechas con soja, wasabi y aceite de sésamo.